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03 noviembre, 2009

moja mis pies por favor


silencios, obligaciones, confusión
un dia dice: estás en mi vida
y al otro, me agobias...
silencios ruidosos
desnuda estoy ante ti
pero eso ya no importa
quiero seguir caminando
pero los pies se me hunden en la arena
existe el deseo de continuar
pero sintiendo como las olas mojan los pies
no quiero tierra seca
no quiero arena bañada por el sol
quiero lluvia tardía
que deja olor a fresco
a limpio
a tiempo esperado
quiero agua fria
que sacuda mis sentidos
que adormezcan los cansancios.
...quiero volar...
y un día de estos, ya nunca más esperar!

Hace muchísimo tiempo cuando ella estba perdida, cuando el sol habia desaparecido, vino a su encuentro un caminante. Te ayudo a recorrer el camino, no me apartaré de tí, mano con mano, hombro con hombro, no más tristezas...dijo
ella se iluminó y recorrió a su lado el camino que, aunque angosto y dificultuoso no importaba, pues sabía lo que le esperaba.
pasaron los soles, pasaron las lunas, vinieron tormentas, tempestades y alguna que otra cosa; sigue con ella, sigue con él pero las grietas en la pared dejaron paso a lo que había escondido.
impotencia! así le vamos a llamar.

6 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola...

Así como el agua de mar moja la arena, alguien caminando a nuestro lado da sosiego a nuestra vida y nos hace más ameno el andar.

Abrazos.

Ana dijo...

Qué historia tan aguerrida, qué versos tan sentidos, qué arte y qué ritmo tan vivo !!

Un fuerte abrazo queridísima amiga.

Rafael dijo...

¿Y cómo es el caminante que te ayuda a recorrer el camino, Loretxu?

Loretxu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Loretxu dijo...

no hay tal ayuda Rafael,camino sola aunque voy acompañada y la verdad no sé si continúo recorriendo el camino. Estoy cansada para continuar.

Bear dijo...

Sola, no. Todos te acompañamos y, sobre todo, quien más importa: tú misma! Ánimo!
Un besote,