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12 mayo, 2015

Descubrir y desaparecer

Las olas lucen agitadas y al mismo tiempo hay descanso en la orilla.  Ayer hubo una tormenta en medio del océano azul. El viento en la playa anunciaba que llegaba lluvia. Me paré firme y me resguarde en mi roca favorita, estuve segura en todo momento.
Tratando de calmar mis pensamientos, dispuse afrontar la lluvia y el viento y me sumergí en un vuelo de cara al mismo temporal. No hubieron heridas. La tormenta comenzó a ceder y, aunque el sol no salió de entre las nubes, al menos había calma en el horizonte.
Este día muy de mañana, he alzado el vuelo y he paseado por las diferentes costas que suelo visitar para ver como está clima y como se presentará en días próximos, la sorpresa ha sido que quien estaba ( lo digo en pasado pero no muy convencida que haya desaparecido) invadiendo mi playa ha salido huyendo y solo ha dejado un pequeño rastro en la arena...lo digo de nuevo, no me convence que se haya marchado del todo...no me lo creo...aunque me encantaría creérmelo. 
Trataré de disfrutar la brisa fresca del momento, pero no bajaré la guardia. A veces es mejor aparentar que uno se lo cree todo.
Las casualidades no existen, justo cuando me dí a ver en la tormenta, y di por descubierto, quien invadía la playa se ha esfumado...no...las casualidades no existen.


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