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13 julio, 2010

la visita del domingo


Mi poca percepción ( condicionada) del tiempo que ha transcurrido entre los años de 1990 y este 2010, me hacen darme cuenta justo ahora de que aquellos pequeñitos que he visto nacer y que quiero con toda mi alma han crecido de una manera que aun no entiendo por donde han pasado sin que yo me percatase que ya no juego más a los video juegos o las muñecas con ellos.

Ayer por la tarde he recibido la visita de mi sobrina, la única mujercita entre 3 hombrecillos ( aun no puedo decir hombres, no me sale) que me ha pedido venir a mi casa a llorar, pues ya no puede hacerlo en la suya ya que su madre le reprochará una y otra vez que por esas cosas no se llora tanto!!!
Menuda equivocación, pues por esas cosa es por lo que más lloramos en esta vida, será quizás que a mi ex cuñada se le ha olvidado ya las veces que ella hizo lo mismo.

Pues mi niña ha llegado y ha llorado como una magdalena, se calmaba y volvía a llorar, no pronunciaba palabra y su tía simplemente la miraba y le tomaba la mano para apretársela fuerte, sin preguntas, claro! hasta que ella se ha levantado y le ha dado un abrazo apretado a su tía y le ha dicho: No puedo estar sin él!!!! quiero verlo, quiero escucharlo, y no sé por qué me ha dejado así!!!! UFFFFFF!!!!!!! con veinte añitos apenas estaba pasando por el camino que una vez pasamos todos los habitantes de este planeta en su debida oportunidad, con veinte añitos y estaba comenzando a descubrir lo que es el camino de enamorarse y abrir los ojos al mundo real.
Se acabaron los cuentos de Disney en donde la princesa es feliz para siempre con su príncipe, en donde las historias de Hollywood se han convertido en tan solo eso: historias de películas, ahora ha comenzado a darse cuenta que la cosa más difícil es recoger los pedazos de corazón y tratar de remendarlos poco a poco.


Escuché detenidamente y con atención de todo lo que decía y contaba, no es mi personalidad venir y decirle: ya pasará, no vale la pena, cálmate, NO! al contrario. Hubiese querido decir que tenía enormes deseos de asesinar al jovencito ese que me la tenía así, que fuésemos a buscarlo para darle una paliza que no olvidaría, pero no, tenía que ser muy apacible y transmitirle tranquilidad a ella.
Todo bien hasta que ella confesó lo que mi sexto sentido intuía pero no quería reconocer ( no sé por qué si es lo más normal de la vida) pero la confesión llegó y me dí cuenta que no sólo había dejado de ser una niña, si no que era muy probable que me convirtieran en tía abuela... (Por Dios!!!!! no soy tan vieja para que me llamen así!!!) que podía decirle?? juzgarla??NO, condenarla??? mucho menos, felicitarla??? pues no, tampoco.
Mi mente volaba y me remontaba a hace exactamente 17 años y me veía reflejada en ella y hubiese querido evitar que ella pasara por este camino pero eso sería impedirle crecer y no es posible.
___que hago ahora tia???
Pregunta mágica, pero mis labios solamente pronunciaron una cosa: bien mi niña, no voy a mentirte diciéndote que no dolerá más y que pasará pronto, No. Cuando desees llorar, llora; cuando quieras gritar: grita! no retengas tu dolor, llora lo necesario, y vamos a sufrirlo mientras duela, luego vendrá lo que haya que venir. Por ahora no consuela decir que ya pasará.

Lloró aún más pero a la media hora estaba tranquila y se ha limpiado las lágrimas y ha dicho gracias por no juzgarme! ha comido y se ha marchado a su casa.

y la tía? ahhhhhh la tía se ha quedado pensando que no existe edad para sufrir por lo mismo, que sea de 50, 38 como de 20 el dolor es el mismo, pero lo disimulamos de diferente manera.

mis niños han crecido, ahora estoy esperando a que el siguiente, de la misma edad, venga con "casi" la misma historia!!! como me gustaría que todo fuese mucho más fácil y bonito para ellos, pero la vida es la vida y la escuela es la misma sea el año que sea.


P.D. Me temo que deberé conseguir un buen cardiólogo para cuando a mi hermano le dé infarto al enterarse!!

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